Emoliente “mágico”

Escrito por Alfredo
Categoría: Relatos Creado en Sábado, 16 Mayo 2015 22:36
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Alfredo Carrasco Valdivieso (2002)

Pie de perro (Desmodium spp), cola de caballo (Equisetun sp), llanten (Plantago major), quinua (Chenopodium quinoa), piña, cebada, zanahoria y cascaras de papa, cocidos en un solo caldo. Se adiciona, a solicitud del cliente y dependiendo del mal que le aqueje o desea evitarlo: achicoria (Picrosia longifolia; Taraxacum officinale, Cichorium), boldo (Pneumus boldus), uña de gato (Uncaria Guianensis, U. tormentosa), limón, alfalfa, tamarindo y linaza. Para complementar, en caso de dolencias especiales – del corazón o del alma -, se agrega polen y maca (Lipidium mayenii) y una dosis de buen humor. Todas naturales. 

Los riñones, el hígado, las inflamaciones, las ulceras están bien combatidas por el emoliente, en realidad “cura todo” Sí! Así pregona la vendedora, una joven locuaz de no más de 25 años que conoce los males que aquejan a casi todos los del pueblo. A sus clientes diagnostica el mal soñado que tienen o el no deseado que pretenden evitar, y aconseja la infusión más apropiada para combatir la dolencia o prevenir el posible achaque.

En la Plaza de Armas de San Marcos, Cajamarca, Perú, un carro metálico porta la marmita que contiene la infusión caliente y los ingredientes básicos del emoliente que la joven ofrece a los fieles clientes.  

Con el canto de los gallos mañaneros inicia, la joven, la ceremonia de preparación. Reúne cuidadosamente los ingredientes humedecidos por el madrugador sereno, una vez en la olla, adiciona lentamente el agua, danza suavemente alrededor de ella e invoca al fuego de Inti para iniciar el lento hervor que requiere la mezcla mágica. El vapor exhala un penetrante olor, similar a la chilca cuando se quema – “¡a marihuana!” ¡Comento!. La joven rápidamente replica “!!¿Qué dice’p?!!”- … El vapor y su aroma se mezclan con el fresco aire mañanero en la cautiva “Plaza de Armas”.

Singular demanda tiene la mezcla a la que adiciona tamarindo y linaza, para aquellos aquejados de pesadez estomacal; y la que lleva chicoria y alfalfa para curar los males del hígado. La infusión especial para las dolencias cautivadoras es más efectiva si la cocción ocurre en noche de luna llena, con la mirada a la Cruz del Sur y el ulular de un búho calvo.

Al Emoliente se lo toma caliente, temprano en al mañana o al caer la tarde, observando el levante o el poniente, para disfrutar del momento exacto en el que los corceles de fuego incendian al horizonte. ..... Hay que tomarlo’p!